martes, 31 de marzo de 2015

Crece una palmera extinta de un antiguo frasco de semillas desenterrado por arqueólogos

La naturaleza es fuerte, no hay duda de eso, la vida se aferra a las condiciones mas extremas, sin embargo en una paradoja extraña también es muy frágil, los desequilibrios que estamos causando con el calentamiento global y el cambo climático están provocando variaciones en el planeta que si no mejoramos nuestros hábitos de seguro nuestros hijos y nietos vivirán en mundo muy diferente al que conocemos. 

Por miles de años, los arboles de palmeras datileras de Judea era uno de los escenarios más reconocidos y acogedores para las personas viviendo en el medio oriente – ampliamente cultivado en toda la región por su dulce fruto, y por la fresca sombra que ofrecen ante sol abrasador del desierto. 

Desde su fundación, hace unos 3.000 años atrás, a los albores de la Era Común, los árboles se convirtieron en un cultivo básico en el reino de Judea, incluso obteniendo varias menciones en el Antiguo Testamento. Las palmeras de Judea vendrían a servir como uno de los símbolos principales de la buena fortuna del reino; el rey David llamó a su hija, Tamara, por el nombre de la planta en Hebreo. 

Para cuando el imperio romano intentó usurpar el control del reino en el años 70 AD, amplios bosques de estos árboles florecieron como cultivo básico para la economía Judea — un hecho que los hizo una fuente principal para que el ejército invasor destruyera. Tristemente, alrededor del año 500 AD, las palmera que alguna vez habían sido abundantes, habían sido completamente destruidas, llevadas a la extinción por el bien de la conquista. 

En los siglos que siguieron, el conocimiento de primera mano sobre el árbol pasó de memoria a leyenda. Hasta hace poco. 

Durante excavaciones en el sitio del palacio de Herodes el Grande en Israel en los comienzos de los 1960`s, los arqueólogos desenterraron una pequeña pila de semillas almacenados en una vasija de barro hace 2,000 años atrás. Durante las siguientes cuatro décadas, las antiguas semillas se guardaron en un cajón en la universidad de Tel Aviv’s Bar-Ilan. Pero luego en el 2005, la investigadora de botánica, Elaine Solowey, decidió plantar una y ver si algo florecería.

“Asumí que el contenido de la semilla no sería bueno después de todo este tiempo. ¿Cómo podría serlo?” dijo Solowey. Pronto se demostró que estaba equivocada. 

Sorprendentemente, la semilla multi-milenaria efectivamente brotó– produciendo un árbol joven que nadie había visto en siglos, convirtiéndose la semilla de árbol más antigua en germinar. 

Hoy, el tesoro arqueológico viviente continúa creciendo y prosperando. El 2011, hasta produjo su primera flor — un signo alentador de que el antiguo sobreviviente estaba ansioso por reproducirse. Se ha propuesto que el árbol sea cruzado con un tipo de palmera estrechamente relacionado, pero probablemente tomaría años a que comenzara a producir alguna de sus frutas famosas. Mientras tanto, Solowey está trabajando en revivir otros árboles antiguos de su larga dormancia.                                                                                 Fuente: diarioecologia

sábado, 21 de marzo de 2015

21 de marzo. Día Mundial Forestal

La celebración de este día, coincide en el tiempo con la llegada de la primavera en el hemisferio norte y la del otoño en el hemisferio sur, pretende fomentar el cuidado de las áreas verdes de nuestro Planeta, e inculcar a todos sus habitantes, el respeto por las mismas.

El 21 de marzo fue la fecha escogida por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para conmemorar el Día Forestal Mundial. Una jornada que ha hecho denostados esfuerzos por proteger la naturaleza hace ahora ya 40 años exactos.

El Día Forestal Mundial es una jornada que pretende acercar a las personas un poquito más hacia los pulmones que limpian cada día el aire de la Tierra, y para ello, desde la Asociación Oria Verde han querido participar en este gran día con la plantación de 10 pinos piñoneros y 10 Melias.


















Este día se celebra hoy en todo el planeta con diversas actividades en todos los rincones del globo. Talleres para aprender la importancia de conocer cuáles son los árboles y plantas que hay que plantar en un determinado ecosistema o cómo cuidar las áreas boscosas serán algunos de los principales temas a esclarecer entre todos aquellos que quieran aprender un poco más sobre nuestros bosques.

miércoles, 18 de marzo de 2015

Historia del Pino de la Cadena

La historia del Pino de la Cadena en Cercedilla - Madrid (España).

El árbol más singular de la Sierra de Guadarrama está atado a una historia de amor. En realidad está encadenado y la historia narra el cariño que un hijo tuvo a su padre.

Ocurrió en el verano de 1924, el empresario Nicolás María Urgoitiz –creador de empresas como Papelera Española, diario El Sol o editorial Calpe, entre otras– estaba pasando unos días en la Sierra, como buen amante de las montañas que era. Socio del Club Alpino Español, se hospedaba en el chalet que la entidad montañera más antigua de Madrid tenía en El Ventorrillo, perteneciente al pueblo de Cercedilla.

Tenía por costumbre Urgoitiz pasear por el pinar rumbo al arroyo de Navalmedio y la pradera de las Cortes. También descansar a la sombra de un frondoso pino situado a la vera del camino. Precisamente allí fue donde le llevaron la noticia de la muerte de su padre, don Ricardo Urgoitiz. 

Conmocionado, quiso Nicolás M. Urgoitiz rendir homenaje a la memoria de su progenitor, ocurriéndosele la idea de cinchar la base del imponente pino  donde recibió aquel mazazo. Por caprichos del destino este pino acababa de ser señalado para su tala. Don Nicolas, a pesar de su dolor (o a causa de este) no lo quiso permitir: localizó al maderista y le compró el ejemplar y dispuso que se ciñera alrededor de la base del tronco una gruesa cadena de cuyos eslabones pendieran, mientras el árbol viviese, las letras de un escueto epitafio, dedicado a su padre:

“A su querida memoria, 1840-1924”.















En la actualidad este pino tiene un edad de 190 años y cada cierto tiempo, los guardas forestales aumentan un eslabón de la cadena, para evitar el estrangulamiento del tronco, por el propio crecimiento del árbol.

martes, 10 de marzo de 2015

¿Por qué necesitamos los árboles?

Un viaje por España es un crucero por el desierto. Enormes extensiones cubiertas de matorrales y pequeñas plantas que cubren de manera rala un suelo de piedrecillas. En las sierras hay árboles, pero deja de haberlos en cuanto bajamos a las llanuras que se extienden sin ellos hasta el horizonte.

Desierto de Tabernas
 








Necesitamos árboles, en España, quince mil millones de árboles.

Los árboles cumplen muchas misiones de las cuales disfrutamos los seres humanos, además de sus propias vidas que debemos desarrollar, mantener y cuidar por el mero hecho de ser seres vivos.

Los árboles mantienen el suelo en su sitio. En las laderas desnudas, las lluvias torrenciales, que son las que estamos teniendo ya y vamos a seguir teniendo en España, arrastran un suelo sin adherencia significativa al subsuelo. Una ladera de colina llena de árboles consigue dos efectos contra la acción mecánica de la lluvia: Sus hojas frenan la velocidad de caída del agua, y con ello la fuerza de su impacto sobre el suelo, y las raíces aumentan la adherencia de la capa superficial del suelo al subsuelo. Un bosque va creando con los años suelo fértil.

Los árboles retienen el agua en el suelo y permiten que se filtre hacia los acuíferos subterráneos. Cuando llueve, el agua, en vez escurrir ladera abajo, en vez de producir escorrentía brusca, se deposita en pequeños hoyuelos entre las raíces, y va permeando poco a poco hacia abajo hasta empapar el suelo y luego ir circulando hacia los acuíferos, protegida de la evaporación excesiva.

Los árboles evaporan una pequeña parte del agua que recogen sus raíces. La evapotranspiración, que es como se llama el fenómeno, depende, en su volumen por unidad de tiempo, de la especie arbórea. En regiones de escasa precipitación se pueden elegir árboles que evaporan poca agua, al revés que en zonas como el norte de España o la zona mas lluviosa de la Península: La Sierra de Grazalema, en Cádiz, alrededor del pueblo que le da nombre y que el es punto donde más llueve en nuestro país, más aún que en Santiago de Compostela.

Pero los árboles evaporan agua y esto es tremendamente importante. En varios de los posts de 'El Porque de las Cosas' he escrito sobre los sistemas no lineales: Son los sistemas de la realidad, los sistemas que casi no se estudian en las facultades de Físicas, concentradas éstas en los sistemas lineales y la mística de los multiversos y unas cuerdas inexistentes. Pues bien, los sistemas reales de la naturaleza son no lineales, del tipo "el rico se hace mas rico y el pobre cada vez mas pobre".

domingo, 1 de marzo de 2015

Los bosques españoles peligran

Desde tiempos prehistóricos y hasta la Edad Moderna, la Península Ibérica estaba cubierta por un casi impenetrable bosque dominado por encinas, que albergaba  también alcornoques, quejigos y otros robles. Hoy, los encinares son las masas forestales menos conservadas en el Estado español: de los 5,5 millones de hectáreas existentes, sólo 260.000 pueden considerarse de gran calidad.

Los bosques mediterráneos, con más de 25.000 especies vegetales, forman una de las regiones forestales más importantes, valiosas y amenazadas del mundo. De todas estas especies, la mitad son endémicas (exclusivas de una zona determinada). Este porcentaje representa, después del de la zona tropical de los Andes, el nivel de endemicidad más alto del mundo. España, con un 19 % de flora endémica, es el segundo país más rico en especies únicas en la ecoregión, después de Turquía.

Nuestro país cuenta con bosques de extraordinario valor ecológico, algunos de ellos amenazados por los nuevos usos del suelo, el sobrepastoreo, la urbanización y el turismo incontrolado, así como la contaminación y fragmentación de los bosques, a lo que hay que añadir los incendios forestales: cada año se pierde más del 1 % de la superficie forestal por este motivo.
El nivel de protección y conservación de los bosques españoles es insuficiente. Tan sólo el 8 % de todos los tipos de bosques posee alguna protección. Las formaciones con menores proporciones de superficies bien conservadas son, por su importancia en el paisaje ibérico, los encinares (sólo el 5 % bien conservados), sabinares (sólo el 7 %), pinares de pino resinero (7 %) y castañares (2 %).

La Directiva de Hábitats de la Unión europea adoptada en 1992 parece ser la única oportunidad para la supervivencia de los bosques españoles. De la directiva europea se deriva la Red Natura 2000 que, cubriendo toda la UE, debe garantizar esa supervivencia de especies animales, vegetales y hábitats de la UE. Según la directiva europea, los gobiernos deben presentar listas de lugares candidatos a la Red Natura 2000.

El concepto de protección o conservación que propone esta directiva pretende la integración en las nuevas tendencias de la conservación, permitiendo un uso sostenible por parte de la población local, compatible con la conservación del espacio natural.