martes, 20 de septiembre de 2011

El árbol más alto de España

'O Avó', con sus 67 metros de altura y 10,5 de cintura, es un gigante centenario con más de 100 toneladas de peso. El árbol más grande de España crece en el eucaliptal lucense de Souto da Retorta, en Chavín.  Pero si algo lo hace célebre es el cariño que le tienen los 45 habitantes de su aldea.

Unas semillas minúsculas marcaron la historia natural de Galicia. Las trajo de Australia fray Rosendo Salvado, un misionero benedictino de la localidad pontevedresa de Tui que fue enviado a Perth para evangelizar las antípodas. Aquel largo viaje dejó huella en el monje, que no dudó en traerse la simiente escondida en un bastón y plantarla en el jardín de su casa natal durante su última visita, en 1860.

Este gesto nostálico dio lugar al conjunto de eucaliptos más importante de Europa, que se ha extendido de forma desmesurada por el litoral gallego desde comienzos del siglo XX.

sábado, 10 de septiembre de 2011

El dilema del alcornoque

La Península Ibérica es el área con mayor superficie de alcornocales en todo el mundo. Sin embargo, en España, el alcornoque (Quercus suber), de cuya corteza se extrae el corcho, está amenazado. La falta de regeneración natural, el abandono, y la rivalidad con la producción de tapones de plástico ponen en duda su supervivencia.

El grosor de su corteza y su gran capacidad para reproducirse convierten al alcornoque (Quercus suber), en una especie única. Pero su futuro es incierto. “Existe una acusada falta de regeneración natural en los alcornoques, sobre todo en los que se encuentran en tierra de pastoreo”, señala a SINC Gerardo Moreno, investigador en la Universidad de Extremadura.

La regeneración de individuos jóvenes es “casi nula” y “las poblaciones envejecen sin renovación”, señala a SINC Juli G. Pausas, científico del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE) de Valencia.

Pero la falta de regeneración natural y el sobrepastoreo no son las únicas amenazas de esta especie que se extiende por 725.000 hectáreas en España. Incendios forestales, talas, cambios en los usos del suelo, desertificación, estrés ambiental por el cambio climático, y sobreexplotación los hacen más vulnerables.

Si el alcornocal se abandona, se quema o se cambia de uso, numerosas especies protegidas ligadas a este bosque, y a la buena calidad y funcionamiento de estos ecosistemas, pueden verse más amenazadas.