jueves, 21 de abril de 2016

Anillos

Todos hemos visto alguna vez un tronco caído o el tocón de un árbol cortado y hemos contado numerosos anillos concéntricos en la madera. De este modo podemos saber la edad del árbol en el momento en que murió, pero además, a partir de su estudio detallado se puede llegar a descubrir un montón de cosas que unas veces servirán para mejorar la gestión de los bosques, otras para ayudar en la ubicación temporal de los objetos arqueológicos y otras para delatar malas prácticas de empresas y fábricas. A continuación veremos a grandes rasgos cómo se puede desentrañar toda esta información.


 Cuestiones básicas sobre el crecimiento vegetal
Las plantas pueden crecer tanto en altura como en anchura o grosor, pero no todas ellas lo hacen de las dos formas. Cuando una planta crece en altura lo hace añadiendo células en el extremo superior del tallo principal, lo que se conoce como crecimiento primario. Al crecer en grosor, además, añaden células en capas concéntricas alrededor de este tallo, lo que se traduce en la formación de anillos de crecimiento. Si bien todas las plantas presentan crecimiento primario, sólo aparece crecimiento secundario en las leñosas y en muchas herbáceas perennes.

En las zonas templadas y boreales las plantas crecen durante la primavera y el verano, mientras que en el invierno el crecimiento se detiene debido principalmente a las bajas temperaturas, que impiden que las células se dividan. Cuando un pino, por ejemplo, empieza a crecer al inicio de la primavera produce células muy grandes que generan madera de color claro (se conoce como madera temprana), mientras que al acercarse al final del período de crecimiento las células van siendo cada vez más pequeñas y la madera va siendo más oscura, porque hay más pared celular y menos lumen (es la madera tardía). Esto origina límites claros entre anillos y, por tanto, entre años.


 El estudio de los anillos