Cada vez hay más montes listos para arder. Según el último informe anual de incendios presentado por WWF, "España está llena de 'bombas incendiarias' esperando a que se den las circunstancias precisas para estallar". La acumulación de biomasa, el aumento de las temperaturas y sobre todo, el abandono en la gestión, aumentan las probabilidades de que se produzcan grandes incendios de alta intensidad.
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El informe 'Bosques listos para arder', presentado por WWF, pone el foco de atención en los grandes incendios forestales (los GIF, de más de 500 hectáreas), cada vez "más grandes, ingobernables y destructivos", según ha asegurado Lourdes Hernández, responsable de campaña de bosques de la ONG.
Pese a la tendencia de la última década que dibuja una línea descendente en la cifra total de incendios, los considerados grandes incendios han aumentado de superficie quemada, y la media ha pasado de 1.320 a 1.700 hectáreas en los último años.
Según la organización, los avances en la lucha antiincendios han sido importantes, destacando su persecución legal. Pero a pesar de todo, cada año se registran más 14.500 incendios forestales en nuestro país. "Esto es una cifra absolutamente inaceptable en un país avanzado" asegura Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España. "No podemos relajarnos a pesar de que en el año 2013 y 2014 los datos han sido favorables".
Estas cifras satisfactorias en cuanto al número de incendios pueden dar la sensación de que poco a poco se está ganando la batalla, pero según WWF, se trata de un 'espejismo'. "Es cierto que se han mejorado en muchos aspectos, pero existe un gran problema por delante, ya que tenemos bosques absolutamente listos para arder," asegura Lourdes Hernández.
Y esto es posible debido principalmente a dos factores: el abandono de los montes y el aumento progresivo de las temperaturas. Acabamos de vivir el mayo más caluroso en 50 años y los cálculos de Naciones Unidas para España son alarmantes. Esta estrecha relación que existe entre el número de intensidad de los incendios y la adversidad climática incrementará su indomabilidad y combustibilidad.
El objetivo del informe que ha presentado WWF es alertar a las administraciones para que no bajen la guardia. "En los últimos años hemos tenido una situación climática muy particular que ha hecho que vivamos el espejismo de que la cifra de incendios forestales está bajando, pero es solo eso, un espejismo", asegura Juan Carlos del Olmo.
El 75% de los siniestros se apaga en la fase de conato, es decir, antes de que el fuego recorra una hectárea. Y hasta en un 99.8% se apaga antes de que recorra 500 hectáreas. Estos datos reflejan algo que para WWF es insuficiente, ya que el 70% del dinero destinado por parte de la Unión Europea para el incendio forestal se destina exclusivamente a la extinción. "Los incendios son el síntoma, pero el problema es la escasa prevención" asegura Juan Carlos del Olmo. "Las administraciones no han invertido en gestión como debían ya que los fondos se han destinado al negocio de la extinción de incendios".
Según el secretario general de WWF, las administraciones "tampoco han cumplido la ley que trata de la identificación de las zonas que son de gran riesgo de incendios y donde habría que poner medidas específicas para combatirlos".
Los presupuestos públicos, además, se centran en sofocar el fuego en lugar de prevenirlo, un desequilibrio que se aprecia tanto en la Administración central como en las autonómicas, ha afirmado Hernández.
WWF lamenta que el potencial de los Programas de Desarrollo Rural , al que esperan que estén destinados 150 millones de euros anuales para medidas forestales, las Comunidades Autónomas siguen apostando por "más de lo mismo": acondicionamiento de la pistas forestales, cortafuegos, puntos de agua para la extinción, etc.
¿La solución? Para WWF está muy clara: "dinamizar" los montes para hacerlos rentables y aumentar la prevención, ya que, hasta ahora, "los esfuerzos" se han centrado en las tareas de extinción".
Fuente: El Mundo
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