viernes, 22 de junio de 2012

El árbol de la vida se está muriendo de éxito

El árbol de la vida, el heredero del título de árbol más solitario del planeta tiene todas las papeletas para acabar como su antecesor, por la estupidez humana. Es una acacia de Bahréin, el país más pequeño del golfo Pérsico, que ha heredado el título de “el árbol más solitario y aislado del planeta“. Y aunque no os lo vayáis a creer, se está muriendo por culpa del turismo.

Milagro de la vida, pues parece mentira que un árbol pueda encontrar agua en ese árido terreno, se le calculan 400 años de edad. Y por ello son miles las personas que acuden a verlo, tocarlo, treparlo, pintarlo e incluso marcarlo a cuchillo en su torturada corteza. Tratando de protegerlo algo, le han puesto una pequeña valla alrededor, pero es ineficaz. Sin mencionar, por supuesto, la cantidad de basura que los turistas dejan en sus visitas y que nadie después recoge.

Hemos de entender que los árboles centenarios son monumentos vivos tan antiguos como una catedral, tan bellos como un paisaje, pero tan frágiles como una flor. Colaboremos en su conservación.

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