viernes, 19 de abril de 2019

Fallece el hombre que plantó más de 5 millones de árboles

Dutt Saklani es conocido por sembrar 5 millones de árboles. Este hombre lamentablemente falleció el 18 de enero del presente año a sus 96 años de edad, pero ha dejado un gran legado en el mundo.


Según sus familiares, Dutt amaba plantar árboles desde que tenía 8 años de edad, pero fue después de la muerte de su hermano, que decidió hacerlo de manera masiva, esto lo utilizo como terapia para distraerse del dolor y honrar a su nombre, ya que era un gran ecologista, por lo que se lleva en la sangre este don.

Años después de la muerte del hermano de Dutt, vuelve a recibir un duro golpe, con el fallecimiento de su esposa, fue entonces donde dedico lo que le quedaba de vida en hacer plantaciones masivas con el fin de hacer un cambio positivo en el medio ambiente.

Este fue el inicio de el cambio ambiental que logro este hombre, transformando unas cuantas hectáreas en un bosque hermoso, para que las personas tengamos más oxigeno puro y el ecosistema este en equilibrio perfecto.

Este hombre llego a plantar más de 100 hectáreas e incluso gano el premio Indira Priyadaeshini por su labor ambientalista. Es muy reconocido por la labor que hizo.
10 años más tarde, lamentablemente este hombre perdió la vista, pero eso no sería un obstáculo para que pudiera seguir aportando al medio ambiente y conservara su gran bosque. Sus amigos dicen “perdió la vista, pero no la visión”:


Para él los arboles eran parte de su familia, los consideraba tíos, padres, hermanos, abuelos, entre otros. Por eso era tan amoroso y cuidadoso con cada uno de los arboles que planto mientras vivió.
Sigue tú este ejemplo. Realiza tu aporte a este mundo, cuida el medio ambiente de esta manera nuestro planeta estarás en mejores condiciones. 

Si hubiera más personas como Dutt, el mundo sería diferente.

martes, 2 de abril de 2019

Descubierto en Borneo el árbol tropical más alto del mundo

El árbol tropical más alto del mundo y posiblemente también la planta con flores más alta, con más de 100 metros, ha sido descubierto en las selvas de Borneo. Científicos de Estados Unidos y Malasia han realizado una novedosa exploración tridimensional del hallazgo para comprender mejor cómo crecen los árboles y qué les impide hacerlo más.


El árbol es una Shorea faguetiana, cuyo nombre común es Meranti Amarillo, de la familia Dipterocarpacae, que domina las selvas húmedas de tierras bajas del sudeste asiático. Los ejemplares que batieron récords anteriores provienen en su mayoría del mismo género y región. El equipo le ha dado al árbol el nombre Menara, que significa 'torre' en malayo. 

El árbol fue descubierto en 2018 por investigadores de la Universidad de Nottingham, liderados por el doctor Doreen Boyd, y utilizaron la tecnología LiDAR, donde los impulsos de los láseres se reflejan desde la cubierta y la superficie del suelo. Científicos de la Universidad de Oxford y los socios viajaron al lugar en agosto de 2018 para realizar escaneos en 3D y vuelos con aviones no tripulados de alta resolución, que han generado visualizaciones en tres dimensiones del árbol, según ha informado la Universidad de Nottingham. 

100,8 metros de altura y 81.500 kilos de peso.

Un escalador local, Unding Jami, trepó al árbol en enero de 2019 para medir su altura con una cinta métrica. Llegó a 100,8 metros, lo que lo convierte probablemente en la planta con flores más alta de la Tierra, por delante del eucalipto de Tasmania que ostentaba antes el récord. 

Excluyendo las raíces, Menara pesa 81.500 kilos, más que el peso máximo de despegue de un Boeing 737-800. Solo el 5% de su masa se mantiene en su corona de 40 metros de ancho, mientras que el 95% está en su tronco. 

El tallo es muy recto, con el centro de masa a 28 metros sobre el suelo, y solo se desplaza 0,6 metros desde el eje vertical central. Todo ello sugiere que el árbol es muy simétrico y está bien equilibrado, a pesar de estar situado en un terreno inclinado en un valle abrigado. 

El análisis de los científicos sobre la estructura del árbol sugiere que está muy lejos de doblarse por su propio peso, pero puede ser vulnerable al viento. Su ubicación en un valle protegido favorece su desarrollo y probablemente lo haya ayudado a crecer a alturas tan extremas.

viernes, 1 de marzo de 2019

Las encinas colonizan los bosques mediterráneos

Así lo constata un estudio liderado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), que apunta al cambio climático y a una falta de gestión como causas de esta sustitución.
Normalmente, los árboles de hoja ancha (frondosas) de la Península Ibérica -encinas y robles principalmente- se han mantenido en segundo término bajo las copas de diferentes especies de pinos. Pero las sequías repetidas y el aumento del número de incendios, consecuencias del cambio climático, han hecho que las frondosas obtuvieran protagonismo frente a los pinares, porque se adaptan mejor a estas perturbaciones.

Colonizando los bosques mediterráneos

Ahora, un estudio publicado en la revista Global Change Biology advierte de que el abandono de la gestión forestal también decanta la balanza hacia los frondosas, especialmente los encinares, que están colonizando los bosques mediterráneos más rápido de lo previsto. 

Esta sustitución podría ser considerada, de hecho, una reocupación: “La encina es una especie típicamente mediterránea que ya hace años que podría haber ocupado grandes extensiones de la Península, pero con la gestión forestal y por razones económicas han favorecido los pinos -en detrimento de las encinas-, porque la madera se pagaba mejor”, dice el autor principal del artículo, Jordi Vayreda.
El estudio se ha llevado a cabo con los datos de unas 33.000 parcelas de los Inventarios Forestales Nacionales, y apunta a que los bosques del norte y de las montañas medias de la Península son los más perjudicados por esta sustitución, ya que podrían no resistir las sequías previstas para un futuro. En este sentido, queda por demostrar si estos cambios podrían derivar en un problema para la estabilidad de los bosques, sobre todo en el norte de España.
En esta región predominan especies típicas del centro de Europa y, por tanto, menos adaptadas al clima mediterráneo, como es el caso de los pinares de pino silvestre. También aquí se está dando la sustitución y los pinares están desapareciendo en favor del haya. Los hayedos no están adaptados a las sequías acusadas y, si se cumplen las predicciones de aridez generada por el cambio climático, podrían tener graves problemas para sobrevivir.

domingo, 17 de febrero de 2019

La sequía, principal limitación del crecimiento de los bosques en todo el mundo

El crecimiento de los árboles forestales se vio más limitado por el agua que por la creciente temperatura a medida que se calentaba el siglo XX. El crecimiento de los árboles forestales en todo el mundo se está volviendo más limitado por la escasez de agua, a medida que aumenta la temperatura, según una nueva investigación de un equipo internacional que incluye a científicos de la Universidad de Arizona (EE.UU.).

Para los investigadores, las limitaciones de energía y agua del crecimiento de los árboles siguen siendo insuficientemente comprendidas a grandes escalas espaciotemporales, por lo que han elaborado el primer trabajo que proyecta las respuestas de crecimiento de árboles al clima a una escala casi global, cuyas conclusiones se publican en Science Advances. El efecto es más evidente de esta teoría se encuentra en los climas del norte y en altitudes elevadas, donde la limitación principal para el crecimiento de los árboles siempre había sido la baja temperatura.


"Nuestro estudio muestra que en la gran mayoría de la superficie terrestre, los árboles se ven cada vez más limitados por el agua", indica Flurin Babst, del Laboratorio de Investigación de Anillos de Árboles de la UA y en el Instituto Suizo de Investigación Federal (WSL). “Los procesos fisiológicos básicos, como la fotosíntesis y la división celular, se atenúan cuando la energía y el agua disponibles para las plantas son bajas. Con el aumento de los insumos de energía, la disponibilidad de agua a menudo se convierte en la principal limitación del crecimiento de las plantas”, escriben en su artículo.

La respuesta en los anillos.

Los investigadores compararon los anillos de crecimiento anuales de los árboles durante dos períodos, 1930-1960 y 1960-1990. Estos son más anchos cuando se dan las mejores condiciones, y más estrechos cuando empeoran. Las medidas de ancho de anillo se tomaron de árboles en aproximadamente 2.700 sitios que abarcan todos los continentes, excepto la Antártida. El equipo también realizó un mapeo de la temperatura promedio, la precipitación y las medidas de estrés por sequía en las plantas en una cuadrícula que cubre las regiones templadas y boreales del mundo.

Agregar datos de anillos de árboles al mapa permitió a los científicos ver si los cambios en el clima durante el siglo XX correspondían a los cambios en el crecimiento de los árboles del mundo. Comparando 1930-1960 con 1960-1990, la temperatura promedio aumentó 0,5ºC y el área de tierra donde el crecimiento de los árboles se limitó principalmente por la reducción de la temperatura en 8,7 millones de kilómetros cuadrados, un área alrededor del tamaño de Brasil.

Es sorprendente cómo un cambio relativamente moderado en el clima durante el siglo XX ya ha provocado cambios observables en el crecimiento de árboles, y los autores prevén que esta tendencia continue con el calentamiento del siglo XXI: “Junto con la creciente demanda de agua en la atmósfera que puede llevar a reducir el transporte de azúcares desde las hojas hasta el tallo, esta evidencia sugiere que la sequía se está convirtiendo en la limitación dominante del crecimiento de árboles en todo el mundo”.

“Comprender la interacción entre los efectos de la energía y el agua es esencial para anticipar los impactos del cambio climático en los ciclos biogeoquímicos y de energía combinados y para cuantificar sus reacciones”, concluyen los expertos.                              Fuente: El Espectador

¿Qué pasaría si los árboles desaparecieran?

martes, 5 de febrero de 2019

Sequías y plagas agudizadas por el cambio climático dañan los bosques españoles

Los bosques españoles empeoran su estado acuciados por una combinación letal de sequía y ataque de plagas exacerbada por el cambio climático. Las masas boscosas del país muestran su peor estado desde que, en 1987, se iniciara su evaluación sistemática, según el último  Inventario de Daños Forestales elaborado por el Gobierno que abarca 2017. Los árboles presentan "valores incluso peores a los sufridos durante la sequía de 1995, describe el estudio.

El inventario muestra que más de un cuarto de los árboles están dañados (con pérdida de hojas superiores al 25%) al tiempo que los recuentos indican que las dos principales causas de daño forestal son la falta de agua y los insectos. La sequía provoca la mitad del deterioro y organismos, otro 25%. Dos fenómenos interconectados en el proceso de degradación de los bosques. Ambos recrudecidos por el aumento global y acelerado de la temperatura. El ritmo de deterioro en los últimos cuatro años es el más agudo, solo igualado por el periodo entre 1992 y 1995. 

Hace décadas que los estudios científicos dieron el aviso sobre la amenaza en forma de estrés hídrico y enfermedades que el cambio climático cernía sobre los bosques. Este análisis también fue admitido por el Gobierno español años atrás en sus  documentos de evaluación sobe el calentamiento global. La situación actual ha venido a confirmar las previsiones (y la inacción preventiva). "Lo que tenemos con el cambio climático son poblaciones de patógenos más fuertes y variadas atacando a un arbolado más debilitado. El cóctel es peligroso", corrobora a eldiario.es Begoña de la Fuente Martín, ingeniera de montes de la Junta de Castilla y León y coautora de un  reciente estudio sobre el peligro de una plaga exótica fulminante del pino que ha llegado a Europa a través de Portugal y se encuentra a las puertas de España.   
En el último año, una plaga de tres tipos de hongos en Euskadi ha atacado con especial virulencia a los pinos. La voraz polilla china del boj ha continuado su expansión imparable y se ha recibido la alarma sobre el gusano del pino que ha estudiado la ingeniera De la Fuente. También se constata cómo aumentan los daños de la procesionaria. La destrucción por insectos del arbolado es provocada "en su mayor parte por un aumento de defoliadores", dice el Inventario. Es decir: procesionaria que se come las hojas. 
Invasiones biológicas
El Gobierno vasco calculó en otoño pasado que uno de cada tres pinos afectados por este ataque fúngico debería talarse. Los hongos, presentes desde hace 40 años, se han visto favorecidos por las nuevas condiciones climáticas. Las plagas, que reciben los nombres de banda roja y banda marrón por cómo dejan los pinares, se han expandido por las 130.000 hectáreas vascas de pino californiano importado para alimentar la industria maderera. Una planta rentable que crece rápido, pero dedica poca energía a desarrollar autodefensas. 
También en 2018, la polilla china que devora los bojedales ha llegado a Catalunya tras su desembarco en Galicia en 2014 y su expansión por la cornisa cantábrica y el norte peninsular. En mayo pasado, la ingeniera de la Fuente alertó  sobre "el rápido proceso de expansión" de un nemátodo (gusano) del pino "con gran poder mortífero para, en cuestión de semanas, matar el árbol que infecta", comenta. Proviene de Norteamérica.  La unión de estas especies dañinas invasoras y unas condiciones climáticas favorables para su proliferación por el incremento de temperatura tiene como consecuencia "un desarrollo exponencial de daños ante los cuales la vegetación no tiene apenas defensa", según describía la Evaluación de impactos sobre el sector forestal del Ministerio de Medio Ambiente. 

jueves, 24 de enero de 2019

Un bosque en la India formado por un solo árbol

En el estado indio de Andhra Prades, al este de una reserva forestal llamada Kadiri Anantapuram, hay un bosque de unos 19.000 metros cuadrados formado por un solo árbol. Se lo conoce como Thimmamma Marrimanu.

Los Banyans son árboles que se desarrollan de una manera no convencional, de arriba a abajo. Sus semillas germinan en las grietas de la corteza de otro árbol y también en paredes de edificios con las raíces penetrando en las paredes.
Además de ser un árbol que se utiliza para varios fines (brotes, frutas, hojas, raíces, corteza, etc.) es muy importante en el aspecto religioso, ya que no solo es uno de los árboles de culto en la India sino que se considera el árbol nacional de la India. Las raíces del árbol banyan se asocian con Brahma, el tronco con Vishnu y las hojas con Siva.
La extensión del Thimmamma Marrimanu cubre la superficie increíble de 19.107 metros cuadrados, lo que da la impresión de constituir un verdadero bosque por sí solo. Esto le ha hecho figurar en el Libro Guinness de los Récords como el mayor ejemplar arbóreo del mundo.
Debajo de las ramas del árbol hay un templo dedicado a Thimmamma, que según la leyenda se habría inmolado en el lugar cuando su marido murió en 1434. Se cree que el árbol creció justo en el lugar donde la pira funeraria, uno de Sus troncos. En ese caso, su edad sería de unos 550 años.

domingo, 13 de enero de 2019

El Castaño Santo de Istán en peligro

El pasado 31 de octubre de 2017, la Comisión de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía aprobaba la propuesta del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida LV-CA para que el Castaño Santo de Istán fuese declarado Monumento Natural de Andalucía. Esta declaración de urgencia tenía su especial  importancia dado que el más longevo árbol del traspais montañoso de la Costa del Sol requería una intervención diligente para su saneamiento, vallado perimetral y el tratamiento de su afección por la avispilla del castaño, ante el grave estado en que se encontraba. Catorce meses después de este acuerdo político andaluz, la situación de desprotección del castaño sigue igual y sus afecciones han empeorado aún más.
Si bien el árbol está afectado por la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus), la pérdida de tierra en su entorno durante décadas con la consiguiente exposición al aire de sus raices, la falta de un mantenimiento necesario acorde a su edad (algunas fuentes lo datan en 800 años de antigüedad) y  las afecciones por las numerosas visitas que recibe que no dudan en subir a las ramas para sacar la fotografía que estiman de rigor, han tenido como consecuencia su decadente situación actual.
Distintos colectivos sociales llevan un tiempo alertando sobre el mal estado del Castaño Santo. Existe en la Plataforma Change.org una iniciativa lanzada en agosto de 2017 que exige a la administración medidas de protección para este patrimonio natural, una campaña que lleva recogidas más de 11.000 firmas. Por otra parte, el grupo de Patrimonio Etnológico y Natural de la asociación vecinal Istán Ahora ha realizado en diciembre de 2018 una actividad de senderismo para llamar la atención sobre la pasividad de la administración andaluza en relación a los acuerdos aprobados por sus diputados en octubre de 2017.
Desde la Plataforma Sierra Bermeja Parque Nacional nos sumamos a estas llamadas de atención a la administración andaluza, para que realice las medidas aprobadas por el Parlamento andaluz para la conservación de este popular árbol, tan arraigado en la cultura inmaterial costasoleña, por ser un importante testigo de nuestra Historia, porque moralmente es nuestra obligación conservarlo para las generaciones futuras y porque así fue aprobado por los representantes políticos en la pasada legislatura.
Este monumental ejemplar de castaño (Castanea sativa), cuyo tronco mide 14 metros de circunferencia y tiene una copa de más de 27 metros de diámetro, está situado en término municipal de Istán, en la vertiente este de la sierra de las Apretaderas, a 700 msnm. Crece sobre suelos de gnesises granitoides y micaesquistos de la cuenca del arroyo Hoyo del Bote, pero está integrado en las peridotitas del macizo ultramáfico de Sierra Bermeja, que lo enmarcan paisajísticamente. Su larga historia está asociada a la de la alquería de Arboto, uno de los poblados andalusíes situados más al norte de la Tierra de Marbella.
Parte de la leyenda asociada al Castaño Santo relaciona el sobrenombre de este árbol con un posible episodio histórico por el que “á su sombra se dijo una misa de campaña cuando fueron expulsados los moros de Sierra del Real”, topónimo Sierra del Real posterior a este hecho histórico de la expulsión pues, en el siglo XVI, se cita la montaña a finales de la Edad Media como la Sierra de Arboto

jueves, 3 de enero de 2019

Misteriosos círculos en un bosque japonés

Esta curiosa distribución arbórea, que podemos ver en Google Maps perfectamente, se haya en la prefectura de Miyazaki (en el bosque de Kita Town, Nichinan), al sur del país. Son conjuntos de cedros japoneses (Cryptomeria japonica, conocidos también como sugi) que han crecido formando círculos concéntricos, como hemos dicho ya de manera completamente controlada y nada de azar.

Lo que sabemos por un informe que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Materia forestal es que estos círculos de árboles japoneses son, en realidad, un experimiento de ingeniería forestal que el gobierno japonés llevó a cabo hace casi 50 años, en 1973.
Tenía como objetivo estudiar si la distancia entre los árboles influye en su crecimiento. Para ello plantaron diez círculos concéntricos de cedros japoneses. Cada árbol esta orientado diez grados adicionales, con respecto a su contiguo.
Como se puede ver en las fotos, el experimiento confirma lo que quería probar: que, en efecto, la distancia entre árboles afecta a su crecimiento. Los árboles situados en los círculos interiores han crecido mucho menos que los que están en los círculos externos, porque están más concentrados y tienen menos espacio y, por tanto, menos nutrientes y menos luz del sol.
La diferencia de altura entre los arboles de los círculos internos y externos llega a alcanzar los 5.3 metros.

Concretamente se inició en 1973, recurriendo a un espacio designado para ingeniería forestal. Lo que hicieron es plantar sugi en diez círculos concéntricos con 10 grados de radiación, lo cual podemos ver ahora gracias a las fotos aéreas y los ojos que Google tiene puestos en todo el planeta.

Es precioso, pero... ¿Para qué? Lo que de momento se ha concluido de este experimento es que el crecimiento de los árboles se ha dado de forma convexa, espaciándose en el bosque y dando que pensar que el espaciado tiene un efecto en su desarrollo, como se pensaba. De hecho, un documento recuperado por el sitio web Spoon & Tamago explica que el proyecto estaba destinado para ser retirados tras cinco años, pero el conjunto se mantiene hasta la fecha, incluso con planes del gobierno japonés para proteger su existencia dado el interés.