sábado, 10 de septiembre de 2011

El dilema del alcornoque

La Península Ibérica es el área con mayor superficie de alcornocales en todo el mundo. Sin embargo, en España, el alcornoque (Quercus suber), de cuya corteza se extrae el corcho, está amenazado. La falta de regeneración natural, el abandono, y la rivalidad con la producción de tapones de plástico ponen en duda su supervivencia.

El grosor de su corteza y su gran capacidad para reproducirse convierten al alcornoque (Quercus suber), en una especie única. Pero su futuro es incierto. “Existe una acusada falta de regeneración natural en los alcornoques, sobre todo en los que se encuentran en tierra de pastoreo”, señala a SINC Gerardo Moreno, investigador en la Universidad de Extremadura.

La regeneración de individuos jóvenes es “casi nula” y “las poblaciones envejecen sin renovación”, señala a SINC Juli G. Pausas, científico del Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE) de Valencia.

Pero la falta de regeneración natural y el sobrepastoreo no son las únicas amenazas de esta especie que se extiende por 725.000 hectáreas en España. Incendios forestales, talas, cambios en los usos del suelo, desertificación, estrés ambiental por el cambio climático, y sobreexplotación los hacen más vulnerables.

Si el alcornocal se abandona, se quema o se cambia de uso, numerosas especies protegidas ligadas a este bosque, y a la buena calidad y funcionamiento de estos ecosistemas, pueden verse más amenazadas.

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