miércoles, 19 de agosto de 2015

Nace una red de bosques intocables

Los bosques centenarios tendrán una oportunidad de pervivencia en Cataluña. Las campañas emprendidas por las organizaciones medioambientales empiezan a dar sus frutos. El Departamento de Agricultura tiene previsto crear una red de reservas de bosques que se dejarán a su evolución natural, de forma que estos enclaves sólo podrán ser destinados a su plena preservación sin interferencia del hombre. Es un intento de suplir la ausencia de bosques vírgenes.

Los bosques intocables mejoran la biodiversidad (sobre todo a partir de la madera muerta), y, además de los valores sociales y ambientales, tienen destacadas funciones terapéuticas y espirituales. Igualmente, ven aumentadas las posibilidades de obtener ingresos por el turismo de naturaleza.

En su primera fase, la red estará integrada por 154 bosques, con una superficie de 2.271 ha (el 71% de los 292 enclaves del inventario de bosques singulares de Cataluña de 2008), y en ellas estarán prohibidas las talas o aprovechamientos silvícolas. En la definición de estas parcelas (abetales, hayedos o robledales) trabaja ahora el Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (Creaf).

Así, en esta red de reservas de bosques de evolución natural se incluirán otros bosques que no estaban en el inventario del 2008 pero que, según los expertos, deben dejarse quedar intactos por sus características y riqueza en biodiversidad: representatividad de los hábitats forestales de Cataluña, bosques formados exclusivamente por especies autóctonas, con poca, o nula intervención humana, o aislados geográficamente, o aquellos que tengan la posibilidad de mantener la dinámica natural a largo plazo sin intervención humana.

Lógicamente, quedan excluidos de la red de bosques intocables aquellos bosques del inventario de bosques singulares del 2008 que precisamente necesitan algún tipo de gestión activa para mantener los elementos que los hacen singulares.

De esta manera, no sólo estarán la mayor parte de los ya conocidos por su singularidad como bosques maduros o centenarios, sino que se incorporarán otros con algún tipo de figura de protección legal (parque natural, reservas...), según Jordi Vayreda, catedrático de Ecologia e investigador del Creaf. Asimismo, está previsto que se añada parte del abetal centenario de Bagues de Riu (Cerdanya), en el parque natural del Cadí-Moixeró.

Precisamente, la tala de parte de este abetal desató la campaña ciudadana (Acciónatura, Fundación World Nature…) para pedir que no se exploten los bosques centenarios.



Públicos y privados

No sólo quedarán a evolución natural los bosques que sean propiedad de administraciones, sino que también se incluirán bosques privados, previo acuerdo con la propiedad. Trasobares indicó además que se espera lograr el consenso y alcanzar acuerdos "voluntarios con los particulares", puesto que hay derechos adquiridos por la legislación vigente). No obstante, el 65% de los bosques que se incluyen en esta primera fase son públicos. De ahí que los que se incluyan será bajo la figura de reserva integral natural, precisamente para dar cobertura legal efectiva a esa protección.

“En cualquier caso, habrá que analizar cada propuesta de forma individualizada, analizar también los planes de usos y gestión vigentes y tener en cuenta los derechos legales sobre estos bosques, informar a la propiedad y acordar con ella su inclusión y los posibles instrumentos de compensación”, dice el Departamento de Agricultura. Trasobares señala que las compensaciones no necesariamente pasan por los presupuestos públicos (lo que está relacionado con la situación actual de las finanzas públicas), sino que pueden venir también por la vía de acuerdos con entidades de la sociedad civil, actuaciones de patrocino o micromecenazgo, custodia y demás, añade.

Lo ven insuficiente

Jaume Hidalgo, ingeniero de monte de Acciónatura, juzgó "insuficiente" este primer listado, pues sólo supone el 0,15% de la superficie forestal de Cataluña, mientras que otros países europeos reservan como bosques intactos el 5% de media.

En Italia, además, el 18% de los bosques se dejan a su evolución natural o sufren intervenciones menores centradas en mejorar su biodiversidad. “Estos bosques centenarios deben vincularse a proyectos de investigación. Hay que saber además que suponen una revalorización, pues favorecen el ecoturismo al ser ‘santuarios del silencio’ y ser considerados espacios terapéuticos, todo lo cual supone un gran valor añadido”, dice Hidalgo.

Experiencias anteriores

También, juzgó "positiva" esta iniciativa porque da cumplimiento a la obligación de impulsar una red de bosques maduros, recogida en el Plan Estratégico del Patrimonio Natural y la Biodiversidad del 2011. Hidalgo es la persona con más experiencia en este campo (experto en compensación a los propietarios por los servicios ambientales que presta). Promovió el acuerdo alcanzado hace unos años con 25 propietarios del Pallars Sobirá mediante el cual la Fundación Territori i Paisatge les compró los derechos de tala por 25 años para que mantuvieron intactos sus bosques centenarios.

También coordinó el proyecto Selvans en la Diputación de Girona (70 fincas) para compensar a los dueños (se pagó por 25 años los derechos de tala) por salvar el bosque maduro. Por eso, reclama que no se talen más bosques centenarios, que el Govern cree un fondo económico para compensar a los propietarios particulares y defina ya los instrumentos legales y técnicos de esta nueva ordenación forestal. “La creación de esta red no debe demorarse más”, dice Hidalgo.

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