Estamos en Navidad, y con ella
las celebraciones familiares, los regalos y los adornos navideños. Junto con el
belén, las estrellas y las luces, el árbol de Navidad es uno de los elementos
que no falta en nuestros hogares. ¿Te
gustaría saber cuál es su origen?
Si bien existen varias teorías en
torno al origen del árbol de Navidad, una de las más extendidas defiende que
proviene de los celtas de Europa central, quienes empleaban árboles para
representar a varios Dioses. Además, coincidiendo con la fecha de la Navidad cristiana
celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol y la fertilidad, adornando un
árbol. Tenía el nombre de Divino Idrasil -Árbol del Universo-, en su copa se
hallaba el cielo y en las raíces profundas se encontraba el infierno.
Según cuenta la leyenda, entre
los años 680 y 754, San Bonifacio evangelizador de Alemania, entendió que era
imposible arrancar de raíz esta tradición pagana, por lo que decidió adaptarla
dándole un sentido cristiano. Fue así como cortó con un hacha un roble que
representaba a Odín, y en su lugar plantó un abeto, que por ser perenne
simbolizaba el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas
representaban el pecado original y las velas, la luz de Jesucristo.
En lo que se refiere a su
ornamentación, se afirma que fue Martín Lutero (1483-1546) quien “inventó” el
árbol de navidad. Según la leyenda, una noche en la que Lutero regresaba a
casa, observó que la luz de las estrellas centelleaba en las ramas de los
árboles cubiertos de nieve. Esto le hizo recordar la estrella de Belem que guió
a los pastores la noche en que nació Jesús e inspirado por esta imagen taló un
árbol, lo llevó a su casa y lo decoró con velas, nueces y manzanas tratando de
explicar así los dones que los hombres recibieron con el nacimiento de
Jesucristo.
Al correr de los años, esta idea
se esparció por algunas provincias de Alemania y para el siglo XVI, la gente ya
empezaba a tener la costumbre de colocar un abeto en sus hogares.
En Inglaterra el árbol de navidad
llegó hacia 1846, en esa época inició otra costumbre: que las mujeres
realizaran las decoraciones navideñas en sus casas, siendo algunas de ellas:
ángeles, pequeñas bolsas que contenían regalos secretos, canastas con almendras
azucaradas y velas. En cuanto a España, fue una mujer de origen ruso que
contrajo segundas nupcias con un aristócrata español, quien trajo la tradición
de colocar un árbol navideño.
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