El amor de un hombre viudo le
hizo homenajear a su difunta esposa plantado 7 mil árboles que dibujaban una
gigantesca guitarra que se puede ver en medio de la llanura de Mendoza, en
Argentina.
Cabe mencionar, que el enamorado
hombre solamente ha visto su obra por fotos ya que no se atreve a verla desde
el aire por su temor a volar. “Es increíble ver un diseño tan cuidado, a tanta
distancia abajo”, dijo el piloto comercial de Austral Líneas Aéreas, Gabriel
Pindek.
El abnegado viudo se llama Pedro
Martín Ureta, y es hoy un productor agropecuario de 70 años, quien estuvo
trabajando en dicho proyecto mientras criaba a los cuatro hijos de su
matrimonio con su esposa Graciela Yrairoz, quien murió en 1977, cuando
solamente tenía 25 años.
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