Suecia fue el primer país del mundo en establecer a nivel nacional
la celebración del Día del Árbol en 1840. Esto sirvió de muestra para
tomar conciencia en la importancia que tienen los recursos naturales
para el hombre.
Los árboles son esenciales para la vida
en nuestro planeta, ya que estos purifican el ambiente al oxigenar el
aire, nos dan sombra, refrescan y humedecen el ambiente, reducen el
ruido, detienen las heladas por su follaje, transforman el dióxido de carbono, responsable del efecto invernadero, del biomasa, minimizan los riesgos de inundación, evita la erosión. Además producen alimentos y múltiples recursos.
Están junto a nosotros desde la existencia misma de la vida, por lo
que sus beneficios son conocidos y aprovechados desde hace miles de
años, aunque lo tenemos en todo nuestro entorno, no son valoradoras como debería.
El hombre desde el principio de su existencia ha sacado provecho al
árbol, estando ligado a la naturaleza y esta relación le daba
significado a su vida. Las montañas, los ríos, las playas, etcétera, han sido contemplados y aprovechadas por el hombre. Siendo una fuente de vida con recursos inagotables para la humanidad.
El árbol tiene un importante valor económico, ya que de él obtenemos
distintos materiales comercializables. La madera se utiliza como tablas
para la construcción; su pulpa permite la confección de una gran
diversidad de papeles; además proporciona el corcho, las resinas y el
látex -líquido segregado por algunos árboles, como el del caucho-, las
gomas, los barnices, el tanino, la cola, el lápiz, etc.
Debido a los avances que ha logrado el hombre, hemos perdido la
capacidad de poder observar los grandes beneficios que nos ofrece los
árboles, ya que no tenemos tiempo para ver el nacer de una flor, el renacer de la primavera, el caer de las hojas en otoño y muchas otras maravillas.
¿Qué debemos hacer?
Educarnos para un cambio cultural, donde el hombre forme parte de un
ecosistema que involucra a toda la naturaleza, y donde el bienestar de
todos sus componentes nos llevará a mejorar la calidad de vida, y a frenar la destrucción del planeta y de nosotros mismos.
El Día del Árbol puede ser el motivo para reflexionar, ya que la vida
moderna nos ha llevado a olvidarnos de que cada uno de nosotros somos
parte del ecosistema y que nuestra vida depende del entorno en que
vivimos, por tanto, debemos crear conciencia de la necesidad imperiosa de educarnos y educar a nuestros hijos en la importancia que tiene el árbol para nuestras vidas.
Para empezar podemos celebrar el Día del Árbol realizando las siguientes actividades:
- Plantar un árbol.
- Limpiar los bosques.
- Actividades familiares en la naturaleza.
- Realización de trabajos manuales.
- Descubrir las características de los árboles.
- Visitar un parque.
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